lunes, 28 de febrero de 2011

Desde los ovarios


Refugiándome en un par de pastillas

Comiendo yerbas con tierra

Intentando pasar este infierno cálido y tempestuoso,

Me paso de una vereda a otra

En un sueño que no tiene formas,

En un acantilado sin sabores, sin colores, ni sinsentidos

Que me hagan caer al vacío sin darme cuenta

De la enorme cuenca que me sobrepasa.

Atormentada en una noche de tragos

Que no son míos

Basureando las letras de enfrente

Que no me pertenecen

Calmando las hormonas que realizan un golpe militar en mi cuerpo,

La seducción de un par de líneas las emboba por unos segundos

El negro se vuelve su referente

Y pienso en un cigarrillo apenas en el jardín

Para contemplar que estoy sola

Y no estas para molestarte,

Pero es mejor

Así lo prefiero

Porque es mejor tragar la culpa

Que estropearla en un par de palabras

Que más temprano que tarde resonarán en el cerebro.

Cansada, con un mal día a cuestas

Con la sombra de Tazarine acompañándome

Con un vaso de agua y unas pocas píldoras,

Demensiando un poco mi conciencia

Acordándome que existen las letras cortadas

Ensangrentadas y podridas

Que salen de mis dedos como fulgores pendencieros

Que buscan a su oponente en un papel

Delante de los ojos

Que van y vienen sin saber

Si huir o llegar.

Interrupciones de vida transforman el encéfalo

La hipófisis fluctúa maldiciones

En su plenitud

Y se apoderan de mis entrañas

Y me sumergen en un río que no llega nunca al mar.

Infernocelestial


Entre una esquina y otra

Me doy cuenta que existe

El cielo y el infierno

Pero no como todo el mundo piensa

Sino que más juntos que nunca,

Ahí yace como un engendro

En esa cama de brasas

Que se van consumiendo

A medida que cada pieza de carne

Se va cayendo

En el medio de la casa gira en torno a dos hebillas

Un símil de ecuaciones indirectas

Que conllevan a un vaivén cadencioso

Y silencio,

El respeto se mueve por debajo de la tierra

Como un ser enterrado vivo

Y los gemidos se escuchan aunque no quieran

Y alli agonizan porque ninguno de nosotros

Está dispuesto a rescatarlo

Nuestro fuego quema más fuerte

Como para concentrarse

En la moralidad de un par de bocas

La casa se incendia a mil por hora

Y los gritos recobran la vida cada vez más

Entre las cenizas y el hielo

Que nos ofrece el lecho infernocelestial.

El cielo se está quemando

Y es por nosotros

Agarra las tenazas

Húndelas en el horno

Que la comida ya está lista.

A mi salud



Frente a un cuadro y otro

Me topo con tus experiencias

Que nacen desde las paredes

Como una enredadera perniciosa

Me confunden las fotografías

En las que bebes sin sentido

Como si la vida acabara,

Más si recuerdo aquella noche

En que miles de deseos

Cumpliste frente a mis oídos

No puedo hacer otra cosa

Que vibrar de excitación

Y plena satisfacción;

Al momento de caer en el pensamiento

No veo otro color que no sea el rojo

Confundiéndose con tus besos y mi cabellera

Con tus manos en mi cintura

Y tu sexo en mi vientre carbonizado;

Así fueron tus palabras

Así fue el orgasmo que sentí en una disco

De mala muerte

Frente a cientos de personas

Que desparecieron del lugar

Cuando conjugabas aquellas

Lentas y sinuosas palabras

Que acariciaban mi hipotálamo

Haciéndolo chorrear de evidencias

En ese momento

Cuando dibujaste mi cuerpo en el aire

Como un forense profesional

Distendí mis harapos

Y puse mi alma a tu disposición

Para que pudieras violarla

Servírtela ahí mismo

Y aprovecharas de tomarte una cerveza bien helada

A mi salud.