lunes, 28 de febrero de 2011

Infernocelestial


Entre una esquina y otra

Me doy cuenta que existe

El cielo y el infierno

Pero no como todo el mundo piensa

Sino que más juntos que nunca,

Ahí yace como un engendro

En esa cama de brasas

Que se van consumiendo

A medida que cada pieza de carne

Se va cayendo

En el medio de la casa gira en torno a dos hebillas

Un símil de ecuaciones indirectas

Que conllevan a un vaivén cadencioso

Y silencio,

El respeto se mueve por debajo de la tierra

Como un ser enterrado vivo

Y los gemidos se escuchan aunque no quieran

Y alli agonizan porque ninguno de nosotros

Está dispuesto a rescatarlo

Nuestro fuego quema más fuerte

Como para concentrarse

En la moralidad de un par de bocas

La casa se incendia a mil por hora

Y los gritos recobran la vida cada vez más

Entre las cenizas y el hielo

Que nos ofrece el lecho infernocelestial.

El cielo se está quemando

Y es por nosotros

Agarra las tenazas

Húndelas en el horno

Que la comida ya está lista.

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