lunes, 12 de octubre de 2009

Manifiesto del odio

Confieso que estoy odiando
Como nunca he odiado en mi vida,
Odio este lugar y su hipertrofia,
Sus cadencias oscilantes de ánimos inherentes,
Sus vejigas incontinentes
De un cerumen podrido
De habladurías mujeriles.
Odio a las gentes que pasan
Una tras la otra
Como si la vida les pasara delante de sus ojos
en el peor de los cines de mala muerte.

Odio a los niños
Que se encuentran pastando en el jardín de la victoria,
La gloria nunca llegará a sus cabezas,
Indolentes de sexo malcriado.

Odio aquellos ojos vendados por la incongruencia
De un supuesto buen amor;
El delirio de la carne
Me lleva a confines inimaginados
Buscando respuestas absurdas
De sueños absurdos
De preguntas absurdas
De relaciones absurdas
Con hombres absurdos
De visiones cortas
Que no sobrepasan su nariz.

Odio lo nuestro y sus alrededores
(Dios como odio sus alrededores)
La ineptitud de la victimización
La sonrisa ya no resulta en el s XXI
Ahora el gancho es el lagrimeo barato
Disfrazado detrás de un sintagma de fortaleza
Que configura en una creencia aduladora
Formando un discurso asqueroso
Que odio con todas mis entrañas,
Mis vísceras no pueden más de vómito,
Se me sale por los rincones de la cara
Y explota por los poros
Formando un perfecto cuadro con perspectiva forense
Donde la simbiosis de las moléculas y las sábanas
Representan el máximo esplendor de mi odio
Con tu muerte.

Odio y maldigo esas sábanas
Escupidas en tu nombre
Con sabor a sexo jurado
Amado
Y enormemente valorado,
Qué asco
Todo esto me da asco
Jsfyjbvcd zkdnjmgfkl vngdljs jnhvdkjbdjcbv hnbcvdc kjv
Mdsvnnkcmx bvnbkjfdnvkczmn nvx jmkfn
Dksvc jknv kjnvjkmn

El reflujo me da vida y las letras se conjuran para escribir
Unas cuantas palabras
Con restos de bilis flotando entre
Las heces y las enes y las zetas.

Odio el hambre que me deja
Este conflicto repulsivo
Como después de fumarse el mejor de los cócteles
De pastillas
Con las que tomo mi perfecto desayuno
Para funcionar a diario.
Asco, asco y repulsión siento
Ante el poco entendimiento,
¿Qué debo hacer? me pregunto
Ante tanta saliva derramada
Ante tanta rejurgitación perdida
Ante tanta neurona desgastada
¡Sinapsis! sólo pido un poco de sinapsis
(ya las musas no me sirven)
Por favor neuronas apiádense de ese corazón
Que dice amar tanto
Y denme un poco de tranquilidad.

Se acaban mis fuerzas para seguir vomitando
Y ya sólo encuentro bilis
En mi cerebro,
Mi colon cada vez crece y se expande más
Como un globo inflado por el helio
De cuando éramos niños
Aquel que nos hacia soñar
Con salir volando de la mano
De uno de ellos
O quedarse pegado en el techo de la casa
Por hoooras
Hasta el día siguiente;
Salir volando o quedarse pegado
Sin saber de odios y mentiras
Ni de sueños degradados
Ni de rencores (in)fundados
Ni de personas indeseadas
Ni de dientes apretados
Ni de puños ensangrentados
Ni de vidas mal formadas
Ni de errores consumados
Sólo quiero que mi hígado descanse
Por un par de horas
Para mostrar denuevo la carita de niñita linda
Que todo el mundo espera por la mañana
La cara que oculta el ceño
El dolor
La palidez
La verdad
La puta y falsa verdad
Que a todos les desagrada ver.

Yo mejor me aprieto la nariz,
Aquí está todo, todo podrido.

2 comentarios:

Unknown dijo...

q potente el manifiesto del odio...
has pensado musicalizar tus letras?? deberias.

q estes bien, se despide peponcio

El Beto dijo...

bella aprovecho que duermes, como siempre, para escribir(te)

hay un bello sitio en la red y es este

no puedo negar que hay veces en las cuales, me abisma un poco cuanto llevas dentro...

pero no por ello, dejaría de apreciar la calidad de tus letras,

un beso y sigue durmiendo así, tan plácidamente como me gusta a mí

Beto