viernes, 30 de octubre de 2009

En un día como este



















Quisiera reconocer cada una de las mil formas
de deseo humano,
quisiera entender cada uno de los pensamientos
de su enigma,
quisiera sentir todo el calor
de los días nevados,
quisiera morir en la tarde
junto con el sol alumbrándonos.

Nada es perfecto
y no debe serlo
mi amante favorito
cumple un rito estúpido, lejos;
no me interesa ver las caras palpitantes
de sus rostros,
ódienme con todo el instinto
quiero sentir el odio verdadero sobre mi cuerpo
el peso de la envidia,
el calor de la ira,
el color de lo ojos temblando de rabia,
la lluvia venidera de la manipulación,
el llanto desconsolado de la traición,
que caiga la pesadumbre,
que se venga y me reviente
las venas de sangre contenida,
mi juego es este,
estar con un jugador empedernido,
insomne e ingenuo;

En días como este
quisiera albergarte en mi cintura
después de los gritos de tu madre,
quisiera comenzar un aborto
de la mugre que llevo dentro,
no espero tu presencia,
pues la tengo conmigo siempre,
apegado a mi
constreñido en mi vientre
como un hijo no deseado,
como un pájaro caído del nido,.

Nuestro escondite es eterno,
aunque lo separen,
aunque lo insulten y lo escupan,
aunque lo maldiga en mil lenguas,
aunque le lloren encima,
aunque entierren una foto
y le claven con agujas,
niñerías todo eso
sería sólo una niñería.

Las palabras no sirven,
las intenciones tampoco,
las ilusiones...
¡Ay! de los que viven de ilusiones...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias cariño es un muy buen manifiesto de amor pernicioso…
Sólo nosotros sabemos cuanto nos amamos… cuanto hay entre la distancia entre tu ombligo y el mío, deséame amor, deséame que ya voy…

me gustaron sus imágenes bélicas,

un beso

B